Los montantes son armas que me han llamado la atención desde hace mucho tiempo. Más que por su tamaño o uso en batalla, por la dificultad que entraña su manejo. Un arma tan pesada necesita de un control del cuerpo muy desarrollado para poder moverla con control y fluidez. De hecho, es un arma muy asociada a los maestros de esgrima, tal vez porque es de la que más se puede aprender en la práctica en solitario.

Hace mucho tiempo que quiero hacer un montante y llevo bastantes estudiados. Este en concreto es el que más me ha gustado desde que lo vi. Sus líneas elegantes contrastan con el tamaño y el peso de un arma tan potencialmente destructiva.


Al final, he podido hacer un hueco y aquí está el resultado.

Para los curiosos, tiene 152cm de largo, unos gavilanes de 28cm y un peso de 2150gr.

En breve lo subiré al catálogo de la Armería para que esté disponible por si alguien le gusta tener uno.